Hace cuatro años, ocho caballos fueron abandonados por sus dueños en la cima
de La Maroma. Hoy ya son una decena, pastan por la zona y viven con la libertad que te da ser la única manada de caballos salvajes de Andalucía.
El cerro de la Majada del Arce es un pedregal salpicado de hierbas y pequeños arbustos acostumbrados al frío.
A casi 1.800 metros de altitud, cuenta con vistas a la vega de Alhama de Granada al norte y al Mediterráneo al sur. Es el hábitat silencioso que han hecho suyo una decena de caballos, que miran en la distancia a los senderistas que por allí transitan hacia la cumbre de La Maroma, el pico más alto de la provincia de Málaga.
Después de muchas vicisitudes, hoy, cuatro años después de su llegada a este territorio de altura, no han creado ningún problema. Y la manada ha crecido.
Como sus congéneres, tiene el pelo largo, lanoso, pero pronto lo mudará por uno más corto para afrontar el verano.
Las pisadas del grupo se pueden encontrar por las zonas más altas del parque natural de las Sierras de Tejeda, Almijara y Alhama, entre pequeños bosques y pastos en los que se alimentan con tranquilidad.
Fueron domésticos, pero han dejado de serlo. “Se han convertido en una manada de caballos salvajes”, concluyen desde el Seprona.
Fuente: El País (2020)