El famoso matrimonio de queso fresco y dulce de batata nació en 1920 en un bodegón de Palermo Viejo,
que en esos años era cuna de malandras y compadritos.
Esa cantina estaba a pasos de una comisaría y los policías iban allí muy seguido a cenar.
El dueño del boliche bautizó el postre de queso y dulce como “vigilante” en honor a los muchachos de la ley.