Revuelto Gramajo
La historia, en el caso de este menjunje de papas, huevo y jamón, se remonta a la época de Julio Argentino Roca.
Cuentan que el general estaba jugando una partida de cartas que se había extendido demasiado.
El hambre empezó a apremiar y Roca le pidió a su edecán, un hombre obeso y adicto a la comida, Artemio Gramajo, que se las ingeniara para preparar algo.
Y así sucedió: Artemio fue hasta la cocina, juntó restos de papas fritas con huevos batidos y cebollas, y llevó la mezcla a la mesa. Desde ese día,
se habla del revuelto Gramajo.