Alfredo Lopez :
He vivido en carne propia algo más...
De una parvada que pasaba por el patio de un
vecino cayóun cuervo
lastimado en un ala y el vecino,
lastimado en un ala y el vecino,
que quiere a los
animales y pájaros lo levantó y curo por varios
días y toda la
parvada se paraba en árboles y
alambres mirando lo que hacía mi vecino.
Al tercer día el cuervo herido sanó, lo soltó y los
cuervos se
fueron con él y por varios días posteriores
estuvieron en el
patio del vecino, le graznaban y mi vecino los
tocaba. Fue algo mágico que vi y viví!