COMO COMER...

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Como nadie te enseña a comer, hay que aprender. Una alternativa es usar la propia mano para elegir las porciones de cada alimento y comer de todo, pero en su justa medida.

Es que uno se desbanda con los carbohidratos, las proteínas… es decir, con las papas, el arroz y el bistec, el pollo, pescado, y en este tiempo, el plato de porotos granados, el pastel de choclo y las humitas son a veces, demasiado abundantes.

La dieta de la mano, fue publicada en la web norteamericana, Guard Your Health y se destaca como una alternativa para evitar las dietas yo-yo, no prohibirse lo que gusta y lo mejor, dicen que sirve para bajar de peso.

El argumento que presentan es que el sobrepeso se debe a que comemos mucho más de lo que deberíamos. Por ejemplo, las porciones de carne no debieran ser más grande que la palma de la mano y los carbohidratos no sobrepasar el diámetro del puño cerrado.

Afirman, que al no medir lo que se come, los excesos son de hasta cinco veces la dosis recomendada y lo más grave, es que la mentalidad de dejar el plato limpio se impone y efectivamente, queda limpio a pesar de que el plato se exorbitante en tamaño y porciones.

Incluso, en el sitio web, mencionan las investigaciones del Departamento de Estudios de Nutrición y Alimentación de la Universidad de Nueva York, que indican que las porciones que se consumen en la actualidad se han ido duplicando generosamente en los últimos 20 años.

“Un plato de pollo con arroz ahora es un 53% más grande que en 1993 y las galletas son siete veces el tamaño de las porciones estándar”, afirman. El problema es que estas porciones grandes también serían responsables de las enfermedades cardíacas.

¿Sirve realmente?

Para Paula Droguett, fisioterapeuta y master en trofología, técnica que maneja el uso terapéutico de los alimentos la “dieta de la mano”, ayuda a entender que la alimentación es un asunto individual.

“Depende del tamaño de tu mano la porción que necesitas. Mi mano es distinta a la de un hombre, otra mujer y los niños, y también da cuenta que por eso fracasan las dietas universales, e incluso, en una misma familia no todos tienen que comer lo mismo”, explica. Además, comenta que en la mano se reflejan los órganos del cuerpo.

Esto quiere decir, por ejemplo, si la parte interna del pulgar está de color amarillo estaría mostrando que la persona tiene problemas en el hígado y que se podrá ver que esa parte tendría un tamaño disminuido. Sin embargo, estas son explicaciones que no tiene confirmación científica pero en la práctica, asegura la especialista, sí se puede.

“Tu mano va cambiando y te va a mostrar la cantidad de proteínas y grasas que puedes consumir según como sea esa zona ya que el hígado no podrá procesar el exceso”, afirma.

En ese sentido, agrega Paula Droguett, el cuerpo siempre está dando muchas señales sobre su estado de salud. “Cuando la forma de las uñas comienzan a tomar forma de cuchara, como hundida está indicando que existen problemas cardiovasculares, y el tamaño de la luna de las uñas tiene que ver con la debilidad física, si es prominente te tienes que preocupar”, advierte.

Asimismo, menciona que las uñas estriadas con rayas indican problemas en los riñones y si los dedos de las manos se colocan como palillos o baquetas para tocar batería, es decir, puntudos y redondos el hígado y páncreas están fallando y también podría existir problemas en las coronarias.



¿Cómo comer?


Para saber las porciones exactas, la experta en trofología entrega una mini pauta para armar los platos de las comidas principales y guiarse con la “dieta de la mano”.
• Palma de la mano: Proteínas.
• Mitad de la palma de la mano o el puño: Carbohidratos, papa, pasta y arroz.
• Mano cerrada en puño: Helados.
• Mano abierta con dedos extendidos: Verduras.
• Triángulo que se forma entre los dedos índice y cordial extendidos y abiertos: grasas saturadas, pasteles, galletas o chocolates.
• Dos dedos extendidos: Quesos.