Muchos
hemos observado cómo, delante de una tormenta, vuelan grupos de
pájaros, normalmente en la dirección que viaja ésta.
También
podemos ver volando golondrinas cerca del suelo y al cierto tiempo
empieza a llover.
Estos
dos ejemplos son unos pocos de los muchos que podemos fijarnos antes
de que algo ocurra o como consecuencia de lo ocurrido.
La baja presión de la atmosférica hace que le duelan los oídos.