El Museo del Jamón de Aracena, ofrece una lección magistral sobre la raza ibérica, una barra cargada de delicias gastronómicas de temporada y los clásicos ibéricos.
A saber, castañetas ibéricas a la plancha y montaditos de pringaita para picar.
Boletus a la plancha con aceite de trufa para seguir...
Y para el postre, la confitería Rufino, a la vuelta de la esquina, en pie desde 1875.
El Museo del Jamón es un buen lugar para conocer mejor el ciclo de vida del marrano, desde que cae la bellota hasta que el jamón está listo para su consumo, un proceso que lleva 4 años y medio.
El jamón ibérico reduce el colesterol, disminuye la tensión arterial, minimiza el riesgo de trombos y aporta vitamina E al organismo.
Además, no provoca variaciones del peso corporal y es "cardiosaludable".
Según un estudio elaborado por el Doctor Avelino Ortiz, del Servicio de Medicina Interna del Complejo Universitario de Badajoz.