MUSAKA LIGHT

Este plato es laborioso, pero vale la pena el trabajo, ¡esta riquísimo!
Vamos a usar una bechamel que haremos sin usar aceite ni leche entera, pero de todos modos es rica en carbohidratos, y también las patatas que contiene, esto quiere decir que sólo lo comeremos a mediodía, pero no os preocupéis, no es un plato más calórico que unas alubias...


Ingredientes :

- 1 berenjena.
- 1 patata.
- 1 cebolla.
- Tomate triturado.
- Carne picada.
- Un vasito de vino tinto.
- 1 cucharada y media de harina.
- 1 vaso de leche desnatada.
- Perejil, albahaca, pimienta, canela y sal.


Preparación :

- El relleno.
Picamos la cebolla en trozos pequeños, y la ponemos en una olla a dorase, cuando empiece a oler bien la mezclamos con la carne picada, y cuando este medio hecha añadimos el vino tinto y el tomate triturado (unas 4 cucharadas) y removemos bien. Cuando la mezcla burbujee, añadimos las especias y la sal y lo dejamos cocer a fuego medio/bajo unos minutitos para que se impregnen los sabores.

- La bechamel.
Picamos un poquito de cebolla y la ponemos a fuego bajo en una olla, cuando empiece a dorarse añadimos la harina y enseguida la leche, y removemos sin parar con una varilla para que no queden grumos. En cuanto la mezcla espese, ponemos la sal y una pizca de pimienta molida, y removemos un poquito más. No nos olvidemos de probar siempre antes de retirar del fuego para saber cómo va de sal.

- La base.
Cortamos las patatas y la berenjena en rodajas, sin pelarlas, y las hacemos a la plancha, como en un brasador (la berenjena estara lista enseguida, pero la patata tarda un poquito más. Las reservamos en un plato.

- Para montar la musaka, ponemos en un recipiente adecuado una capa de patata y berenjena, y una de relleno, asi sucesivamente hasta que no quede más comida o hasta donde nos guste; la última capa siempre de verdura. Cubrimos esto con la bechamel y si queremos, podemos poner por encima unas tiritas de queso bajo en grasas. Lo metemos así al horno precalentado, a 180º unos 40 minutillos, y estará lista.


El sabor del relleno os va a sorprender gratamente, porque el vino y la canela le da un toque especial y exquisito. El queso nos garantiza que el plato quede bien gratinado, y nos avisa si se nos está quemando en el horno. Se recomienda comerlo en caliente.