Montecarlo, Iglesia donde se casó la Princesa Grace.
Se trata de unas manchas polvorientas que exudan las superficies de ladrillo o recién enyesadas al perder el agua.
Estas manchas desaparecen si se frotan enérgicamente con un cepillo de púas fuertes. Después se pasa una esponja o estropajo empapado en agua tibia.
Esta operación debe repetirse cuantas veces sea necesario hasta que se quite la mancha, pero dejando que la superficie se seque del todo entre una y otra vez.