Gaudi, La Sagrada Familia, Barcelona
Es el nombre con el que nuestras abuelas conocían el verdín.
Se trata de un óxido muy tóxico que sale con mucha facilidad en el cobre.
De ahí que aunque antiguamente este metal se utilizase en utensilios y recipientes de cocina por ser un buen conductor del calor, hoy no es muy recomendable su uso en la cocina.