#ALZHEIMER, COMO #PREVENIR


 El riesgo de Alzheimer, disminuye un 76% entre las personas que beben
zumos naturales de frutas o de verduras más de tres veces por semana. La manzana, la naranja, el plátano, la remolacha y el tomate son algunos
de los alimentos que mejor protegen las células neuronales del estrés oxidante. 

 Las semillas de lino son cinco veces más ricas en ácidos grasos Omega 3 que cualquier otro alimento vegetal –tofu, aguacate, cacahuete, etc.- Este tipo de grasa, presente en toda la extensión del tejido cerebral, reduce la probabilidad de sufrir Alzheimer. Además de espolvorear estas semillas sobre la ensalada o consumir aceite de lino, intenta comer pescado azul un mínimo de 1-2 veces por semana. 

 Las personas que llegan a la vejez con niveles bajos de vitamina B12, algo bastante usual, tienen mayor riesgo de sufrir un deterioro cognitivo. Evítalo consumiendo en cada comida principal un alimento proteínico – carne, pescado o huevos – y enriqueciendo los caldos, los guisos, las ensaladas y los revueltos con algas: kombu, nori, wakame, spirulina, etc. Normalmente se compran deshidratadas, por lo que requieren un remojo previo de 10 minutos. 

 Lecitina de soja. Su importante efecto sobre la memoria, la concentración y otras actividades intelectuales se debe a su extraordinaria riqueza en fosfolípidos, unas sustancias grasas que protegen las células que intervienen en el complejo entramado cerebral. 

Para mejorar la capacidad del cerebro y prevenir una posible pérdida de facultades conviene añadir al zumo o a la leche una cucharada de gránulos de lecitina o bien aumentar el consumo de soja, habas y cacahuetes. 

Una de las mejores medidas de prevención frente al Alzheimer es tomar a diario alimentos ricos en ácido fólico, una vitamina del grupo B que mantiene bajo control la bomocisteína. 
Esta sustancia actúa como un chivato, ya que cuando se encuentra en las analíticas en niveles demasiado altos existe un mayor riesgo de sufrir Alzheimer. 

Las naranja, verdura de hoja verde, huevo, hígado, soja, frutos secos, plátano, espárragos y legumbres-, reducen a la mitad el riesgo de sufrir Alzheimer. 

Hay que consumir unos 400 microgramos de ácido fólico al día, una cantidad que puedes alcanzar tomando a diario 1-2 piezas de fruta, consumiendo productos integrales, comiendo una ensalada a base de espinacas, berros, endibias o escarola y descantándote por los primeros platos y las guarniciones vegetales. Si bien la persona aquejada de Alzheimer no requiere una dieta específica, es muy importante que siga una rutina. 

Procurar que coma siempre a la misma hora. Para que no se desborde, no le sirvas más de un plato a la vez y coloca los cubiertos siempre en el mismo lugar. 

En fases avanzadas, en las que hay dificultad para deglutir, es importante triturar la comida. Intenta no darle recetas en las que se mezclen texturas sólidas con líquidas (sopa de fideos, por ejemplo) ni ofrecerle alimentos de textura mixta, como la naranja o el tomate. 
El enfermo de Alzheimer suele descuidarse de beber líquidos. 

A fin de asegurar una correcta hidratación, ofrécele agua regularmente. Si tiene dificultad para tragar las bebidas, recurre a los espesantes de farmacia.