situadas una a cada lado de la entrada de la garganta, por debajo del llamado velo del paladar.
Hay otras estructuras parecidas por detrás de la lengua y de la nariz que se conocen como
amígdalas lingual y faríngea respectivamente. Recibieron este nombre por su aspecto, pues amígdala significa ―almendra‖. Todas ellas están formadas por un tejido con función defensiva, en este caso, para procurar eliminar los microbios que pueden entrar por la boca y la nariz.
La amigdalitis popularmente se conoce como enginas por las molestias que causan en la
garganta, pues esta palabra significa ―estrechez‖ u ―opresión‖.
Algunos síntomas ayudan a distinguir si son causadas por bacterias o por virus, lo que
es muy importante para el tratamiento. Es muy probable que sean por bacterias, si la fiebre es superior a 39 grados, se notan algunos ganglios inflamados y dolorosos delante del cuello, hay puntos o placas blanquecinas en las amígdalas y no se tose. En todas las anginas hay dolor de garganta que aumenta al tragar. Si son por virus, la temperatura no llega a 38 grados y hay ronquera, secreción y obstrucción nasal.
Si hay dudas sobre su causa, se debe consultar al médico, pues, cuando son debidas a
bacterias, es muy posible que sean por el llamado estreptococo beta hemolítico que, si no se trata con antibióticos, puede producir complicaciones importantes como un reumatismo que lesiona el corazón o alteraciones renales graves. También es necesario el examen médico, siempre que en las amígdalas haya placas blanquecinas, pues, a veces, hay que analizarlas, ya que podrían ser unas anginas especiales producidas por la difteria o la mononucleosis (enfermedad del beso). Si parece que es una amigdalitis por virus, no se debe tratar con antibióticos, porque no son eficaces y facilitan que algunas bacterias que, normalmente, se encuentran en la faringe, se hagan resistentes. Estas anginas se curan solas, es conveniente guardar reposo, tomar paracetamol para la fiebre y chupar unas pastillas con anestésico para aliviar el dolor de garganta.
respiratorias al dormir (apnea del sueño) o una insuficiencia respiratoria que repercute sobre el corazón. Otra posible indicación es si su volumen altera al habla o la degulción. En estos casos, puede estar indicado extirpar sólo una parte con rayos láser. La operación que sea también recomendable si la amigdalitis, a pesar de tratarla el médico, ha repetido siete veces durante el pasado año, cinco en los dos últimos o tres en los tres anteriores, o cuando persiste la inflamación en varios ganglios del cuello, lo que indica que es crónica.